Para sus usuarios, Uber es sólo una manera extremadamente cómoda y asequible de lanzarse a la ciudad. Sin embargo, para aquellos que están en el interior, trabajar para la empresa es cualquier cosa menos una experiencia agradable.
El Reino Unido intentó cambiar aquel octubre cuando decidió que los conductores de la aplicación para compartir viajes deberían ser pagados como trabajadores y no como contratistas autónomos. Ahora, la situación se hace aún más agresiva.
Uber lucha contra sus propios empleados
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Si la decisión hace que los conductores de Uber sean empleados y no sólo contratistas, la empresa les deberá pagar el salario mínimo nacional del Reino Unido. Además, deben proporcionar descansos laborales y paga por vacaciones.
También abre la empresa a una gran cantidad de otras cuestiones legales.
Por lo tanto, apelan a la sentencia y la llevan a los tribunales en una lucha agresiva. La aplicación para compartir viajes es famosa por su modelo de negocio actual y no la quieren perder.
Uber cambiando su enfoque
Cuando el Reino Unido presentó este recurso por primera vez, Uber tomó la vía inocente. La compañía declaró simplemente que era una aplicación tecnológica que conecta los pilotos con los conductores. Ni más ni menos. Ahora bien, la compañía tomó un giro interesante.
Parece que ahora quieren formar parte de la economía. Atrevámonos a decir que quiere legitimar su enfoque y convertirse en un servicio de taxi más tradicional. Sin embargo, todavía hay un problema. La empresa no quiere tratar a sus conductores como los taxistas tradicionales. Tienen, pues, la posibilidad de ganar este recurso?
Probablemente que Uber ganará la recurso
Aunque es posible, es poco probable que ganen este recurso. El gobierno del Reino Unido ha renovado recientemente lo que llaman «prácticas de trabajo modernas». Con todo, tiene como objetivo imponer más responsabilidad en los hombros del empleado.
Sin embargo, sólo el tiempo dirá si la aplicación para compartir viajes consigue su camino. Sea cual sea el resultado, no los hace quedar muy bien. Al fin y al cabo, luchan agresivamente contra los derechos de los trabajadores. Esto no puede ser muy bueno para la imagen pública.