En el artículo de hoy aprenderás Cómo ayunar y orar con un propósito Cómo ayunar y orar con un propósito.
El ayuno es una poderosa disciplina espiritual. A través del ayuno y la oración, el Espíritu Santo puede transformar tu vida. Y la práctica del ayuno tiene fuertes raíces en la Biblia. Jesús mismo pasó tiempo en ayuno y oración durante su vida en la tierra, y esperaba que sus seguidores también ayunaran.
Más comúnmente, el ayuno es cuando te abstienes de comer o de cierto tipo de comida por un período de tiempo. Sin embargo, hay varias formas de ayunar, todas las cuales tienen el potencial de ayudarte a crecer espiritualmente.
Es importante asegurarse de escuchar al Espíritu Santo y a su propio cuerpo en la forma en que ayuna. En lugar de abstenerte por completo de comer, puedes ayunar de un tipo específico de comida o incluso de algo que no sea comida, como las redes sociales.
Puede decidir ayunar hasta un momento determinado del día o saltarse una comida determinada. Hay muchas maneras de asegurarse de obtener el alimento físico que necesita mientras disfruta de la ofrenda de ayuno y oración de alimento espiritual.
Cómo ayunar y orar con un propósito
Cómo ayunar y orar con un propósito
La forma en que comience y lleve a cabo su ayuno determinará en gran medida su éxito. Siguiendo estos siete pasos básicos para Cómo ayunar y orar con un propósitohará que su tiempo con el Señor sea más significativo y espiritualmente gratificante.
PASO 1: Define tu objetivo
¿Por qué estás ayunando? ¿Es para la renovación espiritual, para la guía, para la sanación, para la solución de problemas, para la gracia especial para hacer frente a una situación difícil? Pídele al Espíritu Santo que aclare Su liderazgo y metas para tu oración rápidamente. Esto le permitirá orar de manera más específica y estratégica.
A través del ayuno y la oración, nos humillamos ante Dios para que el Espíritu Santo agite nuestras almas, despierte nuestras iglesias y sane nuestra tierra según 2 Crónicas 7:14. Haga de esto una prioridad en su ayuno.
PASO 2: Haz tu compromiso
Ora sobre el tipo de ayuno que debes hacer. Jesús insinuó que todos sus seguidores debían ayunar (Mateo 6:16-18; 9:14,15). Para él, era una cuestión de cuándo ayunarían los creyentes, no si. Antes de ayunar, decida lo siguiente de antemano:
- Cuánto tiempo ayunará: una comida, un día, una semana, varias semanas, cuarenta días (los principiantes deben comenzar lentamente, aumentando los ayunos).
- El tipo de ayuno que Dios quiere que hagas (como solo agua, o agua y jugos; qué tipos de jugos beberás y con qué frecuencia)
- ¿Qué actividades físicas o sociales restringirá
- ¿Cuánto tiempo cada día dedicará a la oración ya la Palabra de Dios?
Hacer estos compromisos por adelantado te ayudará a mantener tu ayuno cuando las tentaciones físicas y las presiones de la vida te tienten a abandonarlo.
PASO 3: Prepárate Espiritualmente
El fundamento mismo del ayuno y la oración es el arrepentimiento. El pecado no confesado se interpondrá en el camino de sus oraciones. Aquí hay varias cosas que puede hacer para preparar su corazón:
- Pídele a Dios que te ayude a hacer una lista completa de tus pecados.
- Confiesa todo pecado que el Espíritu Santo te llame a la memoria y acepta el perdón de Dios (1 Juan 1:9).
- Busque el perdón de todos los que ha hecho daño y perdone a todos los que le han hecho daño (Marcos 11:25; Lucas 11:4; 17:3,4).
- Haga restituciones a medida que el Espíritu Santo lo dirija.
- Pídele a Dios que te llene con Su Espíritu Santo de acuerdo con Su mandato en Efesios 5:18 y Su promesa en 1 Juan 5:14,15.
- Entrega tu vida totalmente a Jesucristo como tu Señor y Maestro; negarse a obedecer su naturaleza mundana (Romanos 12:1,2).
- Medita en los atributos de Dios, Su amor, soberanía, poder, sabiduría, fidelidad, gracia, compasión y otros (Salmo 48:9,10; 103:1-8, 11-13).
- Comienza tu tiempo de ayuno y oración con un corazón expectante (Hebreos 11:6).
- No subestimes la oposición espiritual. Satanás a veces intensifica la batalla natural entre el cuerpo y el espíritu (Gálatas 5:16,17).
PASO 4: Prepárate físicamente
El ayuno requiere precauciones razonables. Consulte primero a su médico, especialmente si toma medicamentos recetados o tiene una enfermedad crónica. Algunas personas nunca deben ayunar sin supervisión profesional.
La preparación física hace que el cambio drástico en tu rutina de alimentación sea un poco más fácil para que puedas dirigir toda tu atención al Señor en oración.
- No apresure su ayuno.
- Prepara tu cuerpo. Coma comidas más pequeñas antes de comenzar un ayuno. Evite los alimentos ricos en grasas y azúcares.
- Coma frutas y verduras crudas durante dos días antes de comenzar el ayuno.
mientras ayunas
Tu tiempo de ayuno y oración ha llegado. Te estás absteniendo de todos los alimentos sólidos y has comenzado a buscar al Señor. Aquí hay algunas sugerencias útiles para considerar:
- Evite las drogas, incluso los remedios herbales y homeopáticos naturales. La medicación debe interrumpirse únicamente bajo la supervisión de su médico.
- Limite su actividad.
- Haz ejercicio de forma moderada. Camine de una a tres millas por día si es conveniente y cómodo.
- Descansa tanto como tu horario te lo permita.
- Prepárate para malestares mentales temporales como impaciencia, irritabilidad y ansiedad.
- Espere algunas molestias físicas, especialmente el segundo día. Puede experimentar punzadas de hambre transitorias, mareos o «blah». La abstinencia de cafeína y azúcar puede causar dolores de cabeza. Las molestias físicas también pueden incluir debilidad, cansancio o insomnio.
Los dos o tres primeros días suelen ser los más difíciles. A medida que continúa ayunando, es probable que experimente una sensación de bienestar tanto físico como espiritual. Sin embargo, si experimenta punzadas de hambre, aumente la ingesta de líquidos.
PASO 5: Ponte un horario
Para obtener el máximo beneficio espiritual, tómese suficiente tiempo para estar a solas con el Señor. Escucha tu guía. Cuanto más tiempo pases con Él, más significativo será tu ayuno.
-
Mañana
-
- Comience su día con alabanza y adoración.
- Lee y medita la Palabra de Dios, preferiblemente de rodillas.
- Invita al Espíritu Santo a que obre en ti para desear y hacer Su buena voluntad según Filipenses 2:13.
- Invita a Dios a que te use. Pídele que te muestre cómo influir en tu mundo, tu familia, tu iglesia, tu comunidad, tu país y más.
- Ore por Su visión para su vida y poder para hacer Su voluntad.
-
Medio dia
-
- Vuelve a la oración ya la Palabra de Dios.
- Tome una breve caminata de oración.
- Pase tiempo en oración intercesora por los líderes de su comunidad y nación, por los millones no alcanzados del mundo, por su familia o por necesidades especiales.
-
Tarde
-
- A solas por un tiempo sin apresurarse a “buscar Su rostro”.
- Si otros ayunan contigo, reúnanse para orar.
- Evite la televisión o cualquier otra distracción que pueda afectar su enfoque espiritual.
Cuando sea posible, comience y termine cada día de rodillas con su cónyuge para un breve tiempo de alabanza y acción de gracias a Dios. Los períodos más largos de tiempo con nuestro Señor en oración y estudio de Su Palabra a menudo se pasan mejor solos.
Una rutina alimentaria también es vital. el medico Julio C. Ruibal, nutricionista, pastor y experto en ayuno y oración, sugiere un horario diario y una lista de jugos que pueden resultarle útiles y gratificantes. Modifica este horario y las bebidas que bebes para adaptarlas a tus circunstancias y gustos.
-
5 am – 8 am
-
- Zumos de frutas, preferentemente recién exprimidos o mezclados y diluidos en agua destilada al 50%, si la fruta es ácida. Generalmente se prefieren los jugos de manzana, pera, toronja, papaya, sandía u otras frutas. Si no puede hacer su propio jugo, compre jugos sin azúcar ni aditivos.
-
10:30 am – mediodía
-
- Zumo de verduras frescas elaborado a base de lechuga, apio y zanahorias en tres partes iguales.
-
14:30 – 16:00
-
- Té de hierbas con una gota de miel. Evite el té negro o cualquier té con cafeína.
-
18:00 – 20:30
-
- Caldo hecho de papas hirviendo, apio y zanahorias sin sal. Después de hervir durante aproximadamente media hora, vierta el agua en un recipiente y beba.
-
Consejos para el ayuno con jugo
-
- Beber jugo de frutas disminuirá su sensación de hambre y le dará un poco de energía de azúcar natural. El sabor y el realce te motivarán y te darán el poder para seguir adelante.
- Los mejores jugos están hechos de sandía fresca, limón, uvas, manzanas, repollo, remolacha, zanahoria, apio o vegetales de hojas verdes. Cuando hace frío, puedes disfrutar de un caldo de verduras caliente.
- Mezcle jugos ácidos (naranja y tomate) con agua por el bien de su estómago.
- Evite las bebidas con cafeína. Y evita masticar chicle o caramelos, incluso si tienes mal aliento. Estimulan la acción digestiva en el estómago.
rompiendo tu ayuno
Cuando termine el tiempo designado para el ayuno, comenzará a comer nuevamente. Pero la forma en que rompa su ayuno es extremadamente importante para su bienestar físico y espiritual.
PASO 6: Termine el ayuno gradualmente
Comience a comer gradualmente. No coma alimentos sólidos inmediatamente después del ayuno. Es probable que la reintroducción repentina de alimentos sólidos en el estómago y el tracto digestivo tenga consecuencias negativas, incluso peligrosas.
Pruebe varias comidas más pequeñas o refrigerios cada día. Si finaliza el ayuno gradualmente, los efectos físicos y espirituales beneficiosos se traducirán en una buena salud continua.
-
Aquí hay algunas sugerencias para ayudarlo a terminar su ayuno correctamente:
-
- Rompe un ayuno de agua prolongado con frutas como la sandía.
- Mientras continúa bebiendo jugos de frutas o vegetales, agregue lo siguiente:
- Día uno: Agregue una ensalada cruda.
- Segundo día: Añadir la patata hervida o al horno, sin mantequilla ni condimentos.
- Tercer día: Añadir una verdura al vapor.
- Después de eso: Comience a reintroducir su dieta normal.
- Vuelva gradualmente a la alimentación habitual con varios refrigerios pequeños durante los primeros días. Comience con un poco de sopa y fruta fresca como sandía y melón. Use unas pocas cucharadas de alimentos sólidos como frutas y verduras crudas o una ensalada cruda y papa al horno.
una última palabra
PASO 7: Espere resultados
Si sinceramente te humillas ante el Señor, te arrepientes, oras y buscas el rostro de Dios; si medita constantemente en Su Palabra, experimentará una mayor conciencia de Su presencia (Juan 14:21).
El Señor te dará nuevas percepciones espirituales. Su confianza y fe en Dios se fortalecerán. Te sentirás renovado mental, espiritual y físicamente. Verás las respuestas a tus oraciones.
Sin embargo, un solo ayuno no es una panacea espiritual. Así como necesitamos diariamente nuevas llenuras del Espíritu Santo, también necesitamos nuevos tiempos de ayuno ante Dios. Un ayuno de 24 horas a la semana ha sido muy gratificante para muchos cristianos.
Se necesita tiempo para desarrollar sus músculos de ayuno espiritual. Si no puede pasar el primer ayuno, no se desanime. Es posible que haya intentado ayunar durante mucho tiempo la primera vez, o que necesite fortalecer su comprensión y determinación. Tan pronto como sea posible, realice otro ayuno hasta que tenga éxito. Dios te honrará por tu fidelidad.
Los animo a unirse a mí en ayuno y oración una y otra vez hasta que verdaderamente experimentemos un avivamiento en nuestros hogares, nuestras iglesias, nuestra amada nación y alrededor del mundo.