Este jueves, científicos de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) de Argentina, encabezados por el ingeniero Víctor Toranzos, profesor de Electromagnetismo en la Carrera de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura, de la misma universidad, probaron una terapia para atacar tumores con gran precisión utilizando microondas.
Esta terapia consiste en hacer que las microondas ataquen los tumores intensificando los campos electromagnéticos de radiofrecuencia.
Cabe señalar que los resultados han sido muy prometedores, tanto en simulaciones como en pruebas de laboratorio. El tratamiento permitiría atacar con fuerza los tumores sin afectar los tejidos sanos circundantes.
El tratamiento se basa en la hipertermia
La cura para el tumor cerebral finalmente ha llegado, ¡son las microondas! ¡Sigue leyendo!
Esto significa que el tratamiento utiliza un aumento de la temperatura para eliminar un tumor o tejido canceroso.
Sin embargo, no todo es un camino de rosas, ya que este tipo de método tiene la desventaja de tener una precisión espacial que deja mucho que desear. Esto hace que sea difícil atacar los tumores de una manera muy enfocada sin afectar el tejido sano circundante.
El equipo de investigación propuso una solución para resolver este problema. Consiste en determinar las condiciones óptimas con aptitudes fisiológicas para lograr una interacción de microondas localizada alrededor de un prisma de silicio insertado en un medio tisular eléctricamente equivalente.
“La hipótesis es que esto permitiría diseñar una técnica similar a la braquiterapia pero sin radiación ionizante, calentando principalmente el tejido enfermo sin dañar el tejido sano”.
La braquiterapia es un tipo de radioterapia que se usa para tratar el cáncer. Cerca del tumor se colocan cápsulas o pequeñas partículas que actúan como fuente de radiación, lo que lo convierte en un tratamiento extremadamente preciso.
Durante el experimento se analizó la interacción de un haz de microondas con polarización lineal en un prisma de silicio cristalino dopado. PAGS insertado en agua.
Para contrastar la hipótesis inicial se siguieron dos caminos diferentes. Por un lado, la simulación por ordenador de un sistema compuesto por un dieléctrico con propiedades similares a las del tejido vivo y un prisma de silicio dopado en el que se estudia la absorción de potencia de microondas a 2,5 GHz.
Por otro lado, se llevó a cabo un experimento preparado que constaba de un tanque con un electrolito compuesto por agua salada, emulando tejido vivo, y un prisma de silicio dentro del líquido.
Se midió la evolución temporal de la temperatura en el tanque, con y sin el prisma de silicio, cuando el tanque y su contenido fueron expuestos a microondas generadas por un magnetrón de un horno de microondas doméstico adaptado para el experimento.
Toranzos y sus colegas pudieron verificar variaciones de temperatura en la respuesta dieléctrica en diferentes direcciones, dependiendo de la proporción del prisma que define el compuesto de agua y silicio.
. Para el haz de prueba se utilizó un rango de frecuencia adecuado, según la profundidad del tejido a tratar, para superar las limitaciones en la distancia de penetración de las propuestas con nanopartículas metálicas.